¡¡Que maravilla que aun haya cosas que nos emocionen!!

Que felicidad sentir ese nudo en la garganta o esa lagrimilla traicionera que rueda por la mejilla cuando creemos que nadie nos ve.
Ojalá nunca dejemos de sentir, ni de emocionarnos, ni de sonreír con las palabras de alguien, o llorar con esas misma palabras.
Si sentimos, si nos emocionamos, si lloramos o si reímos es porque….estamos vivos, y no me refiero a vivos de respirar, sino a vivos de exprimir cada día como si fuese el último que nos quede…..